Esta Navidad, ¿de qué forma eliges consumir,
compulsiva o consciente?
1
Eliges comprar compulsivamente
- Te están llegando miles de anuncios publicitarios y tu sentido común está aturdido.
- Ya no sabes si lo que quieres comprar realmente lo necesitas o simplemente va a provocar una sensación de felicidad efímera, que desaparecerá tan rápido como ha llegado.
- Tampoco sabes con certeza que a la persona a la que regalas le va a pasar lo mismo.
- Te sientes confuso y metido en una vorágine de la que es difícil salir, pero tampoco quieres hacer ningún esfuerzo para salir, por miedo a que te critiquen y te tachen de rarito o tacaño. Con esta venda en los ojos te sientes mejor, pero posiblemente esas compras «a ciegas» tengan efectos que no te gustarían si los conocieras.
- Puede que la ropa que compres esté fabricada muy lejos y en condiciones de explotación.
- Piensas que los niños cuantos más juguetes les regalen, mejor se lo van a pasar, sin pensar en cómo pueda afectar a su comportamiento inmediato y futuro.
- Por comodidad irás a comprar a grandes superficies o empresas de internet sin importarte demasiado si aportarán parte de su riqueza al país donde venden, o harán ingeniería fiscal para pagar muy pocos impuestos y maximizar sus beneficios.
- Sentirás un gran deseo por tener lo último en electrónica. Te convencerán, o te convencerás de que tu viejo aparato del año pasado ya está obsoleto y debe ser desechado para dar paso a uno más nuevo (por lo menos durante un año más).
- En estas fechas tu salud y tu bolsillo no importan tanto como para escatimar en comida y bebida. ¡Que no falte de nada!
- Para ti, la compra es un acto bueno dentro del mundo que ves más cerca: te hace sentir bien si es para ti o si lo regalas, cubre tus necesidades (reales o provocadas) y además da trabajo y hace fluir la economía. El mundo «menos visible» de tu acto de compra no te gusta tanto y lo rechazas para que no estropee tu satisfacción anterior. No importa tanto la energía consumida y la contaminación generada en cada una de las etapas (extracción de recursos, procesamiento, fabricación, transporte y desechado) que hacen que eso que compras «esté ahí» y cuando lo tires «desaparezca».
2
Eliges comprar conscientemente
- Te están llegando miles de anuncios pero no eres vulnerable a ellos.
- Tienes muy claro que la felicidad no se compra, depende de muchas variables y no hay «atajos» para conseguirla.
- Te das cuenta de que una de las cosas que mejor te hacen sentir es aportar cosas positivas a este mundo. Por ello, dentro de lo posible, quieres que tus compras sean responsables con el entorno y generen un impacto positivo.
- Que los productos que compres se elaboren con empleo de calidad y sepas que tu dinero va a recompensar de manera justa el trabajo de quienes lo hacen.
- Quieres que tus hij@s, niet@s y en general las siguientes generaciones que están viniendo a este mundo puedan vivir en buenas condiciones, y para ello es imprescindible cuidar la vida en nuestro planeta, sin la cual nuestra propia vida no es posible.
- Por ello eliges consumir bienes con un bajo impacto ambiental. Que vengan de cerca para reducir energía en el transporte, hechos a partir de recursos sostenibles y alargando su vida útil dándole valor a lo que tenemos y reparándolo si hiciera falta.
- Eres consciente de la dificultad de ser completamente coherente con esta forma de consumir, pero te lo planteas como un reto en el que cada vez vas a alcanzar un mayor grado de coherencia, evitando pensar: «como no puedo llegar al 100%, me quedo en el 0%».
- Descubrirás que este camino te lleva a conocer personas y proyectos que no sabías muy bien de qué iban. Que existen modelos de economía diferente que ya practican muchas personas y empresas, entre ellas la Economía Social y Solidaria, donde la actividad empresarial no se reduce a ganar dinero para maximizar beneficios, si no a ganar dinero respetando el entorno.
- De repente te ilusionas pensando que sí es posible hacer unas Navidades diferentes, celebrando con tus seres queridos sin caer en el derroche y el exceso, con alimentos locales y saludables, regalando esos productos artesanos de tu tierra, emocionando con regalos creativos o artísticos como un vídeo de los mejores momentos, un dibujo personalizado o un calendario de fotos.
Como verás, nos hemos inspirado en el nuevo anuncio de la DGT para visibilizar dos posibles caminos a la hora de comprar estas Navidades. Solo hay una diferencia: en este caso, una de las elecciones no es catastrófica 😉
Tanto a la hora de conducir como a la de comprar, te animamos a que optes por las opciones mas responsables.
¡Felices Fiestas!