¿Cuánto valen las app gratuitas?
A estas alturas casi todo el mundo tiene ya un teléfono inteligente, esos pequeños ordenadores de bolsillo con los que podemos hacer casi de todo: navegar por Internet, comunicarnos con nuestros contactos y grupos, informarnos de las noticias del día, gestionar nuestro correo electrónico e infinidad de tareas muy concretas a través de las distintas aplicaciones (o “apps”) que tenemos instaladas.
¿Alguna vez te has preguntado cómo funcionan estas aplicaciones, quién las hace o cómo se financian cuando son gratuitas?
En este breve artículo vamos a responder a todo esto lo mejor posible para hacernos usuari@s mas conscientes y tener nuestro criterio sobre el valor de las distintas apps.
¡Empecemos por el principio!
Qué son las apps y cómo se crean
Cada una de estas apps son unas cuantas miles de líneas de texto, escritas . Es un pequeño programa informático, diseñado y programado para que el usuario consiga su propósito de la manera más sencilla, intuitiva y rápida posible.
Para llegar a conseguir esto, y que el usuario tenga una buena experiencia cuando la utiliza, hay un gran trabajo creativo detrás, desde el diseño de la idea y sus funciones hasta su publicación definitiva donde queda lista para su descarga, pasando por todo el proceso de desarrollo y pruebas tanto de los elementos gráficos (lo que se ve en la pantalla) como del código fuente de la aplicación. Para que se entienda fácilmente esto último, el código fuente es un lenguaje que entiende la máquina (en este caso nuestro teléfono con su respectivo sistema operativo Android, iOS u otro) y que le da instrucciones de funcionamiento según cómo interactúe el usuario con ella para finalizar con éxito cada tarea solicitada.
Quien las hace
Normalmente son empresas tecnológicas o profesionales/equipos independientes, aunque realmente cualquier persona con conocimientos de programación puede hacerlas si tiene interés y dedica tiempo a formarse en la plataforma en la que quiera programar (Android, iOS, híbrida…) y el lenguaje de programación correspondiente, por lo que también hay personas particulares que desarrollan apps.
Hay apps gratuitas
Lo que se dice “totalmente gratuitas”… realmente hay muy pocas.
Hay apps en las que el usuario no paga con dinero directamente si no de otras maneras:
- Viendo publicidad: este es un clásico de otro medios más tradicionales como canales de televisión o radio abiertas. En teléfonos hay distintas formas de publicidad desde banners horizontales, imágenes a pantalla completa, audios o vídeos. En este caso son los anunciantes los que pagan por que sus anuncios se vean.
- Con tus datos: este es un método más sofisticado en el que se recogen datos personales o de uso de la aplicación (conocido como data mining o minería de datos). Individualmente no valen mucho, pero agregados con otros millones de datos de otros usuarios pueden generar información muy valiosa para la empresa, que ya se encargará de explotar económicamente según tenga diseñado.
Dentro de las formas de pago con dinero hay 3 modelos principales:
- Pago por descarga: básicamente se compra la app para poder descargarla como haríamos con un producto físico por ejemplo.
- Modelo “Freemium”: La descarga es gratuita y dentro de la aplicación se ofrecen funciones extra que se pueden comprar. De esta manera se pueden añadir mejoras de capacidad o funcionamiento a nuestra app.
- Suscripciones: o pagos periódicos, normalmente mensuales o anuales.
Usuari@s conscientes
Como usuarios de aplicaciones móviles necesitamos tener este tipo de información para ayudarnos a crear nuestro propio criterio a la hora de utilizarlas y decidir qué tipo de “pago” vamos a hacer por ellas.
Algunas de las cosas en las que nos podemos fijar para valorar una aplicación son:
- Su utilidad y cómo se ajusta a la necesidad que queremos cubrir
- Si es sencilla, intuitiva y estéticamente agradable
- Si tiene o no publicidad y si ésta es discreta o intrusiva y nos interrumpe demasiado
- Si es gratuita y/o tiene opciones de pago, y si su precio es razonable o abusivo.
- Cómo de respetuosa es con nuestra privacidad. Si nos pide permisos de acceso al teléfono innecesarios, nos pide datos personales o cual es el tratamiento que va a hacer de nuestros datos
- Si la app está creada por una persona o equipo independiente, que normalmente se gana la vida con los ingresos de sus trabajos, o si es una empresa o marca conocida cuyo negocio no está en la app en sí, si no en otras ventas de productos o servicios.
- La atención y soporte que ofrece el desarrollador/a al contactar.
- Hasta qué punto tiene ánimo de lucro o su motivación principal es dar un servicio sin esperar un retorno más allá del que los usuarios libremente decidan. Esto se intuye fácilmente si por ejemplo sus ingresos son por donaciones o suscripciones voluntarias o si son micropagos que añaden funciones extra y no limitan su funcionamiento básico.
Bueno, esperamos que, después de este post, tengas un poquito más claro lo que hay “detrás” de las app y seamos conscientes de la utilidad que nos proporcionan y lo que nos parecería justo pagar por ellas.
En las próximas semanas, tenemos previsto seguir en nuestro blog, con artículos relacionados con las aplicaciones móviles, mostrando algunas de las que nos parecen más interesantes y el porqué nos lo parecen, así que , ¡no os despistéis y seguid atentos a los nuevos artículos de nuestro blog!